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La Oración
Cuando se suscitan perplejidades y surgen dificultades, no bus-
quéis ayuda en la humanidad. Confiadlo todo a Dios. La práctica
de hablar de nuestras dificultades a otros, únicamente nos debilita,
y no les reporta a los demás ninguna fuerza. Ello hace que la carga
de nuestras flaquezas espirituales descanse sobre ellos, y estas son
cosas que ellos no pueden aliviar. Buscamos la fuerza del hombre
errante y finito, cuando podríamos tener la fuerza del Dios infalible
e infinito.
No necesitáis ir hasta los confines de la tierra para buscar sabi-
duría, pues Dios está cerca. No son las capacidades que poseéis hoy,
o las que tendréis en el futuro, las que os darán éxito. Es lo que el
Señor puede hacer por vosotros. Necesitamos tener una confianza
mucho menor en lo que el hombre puede hacer, y una confianza
mucho mayor en lo que Dios puede hacer por cada alma que cree. Él
anhela que extendáis hacia él la mano de la fe. Anhela que esperéis
grandes cosas de él. Anhela daros inteligencia así en las cosas mate-
riales como en las espirituales. Él puede aguzar el intelecto. Puede
impartir tacto y habilidad. Emplead vuestros talentos en el trabajo;
pedid a Dios sabiduría, y os será dada.—
Palabras de Vida del Gran
Maestro, 112
.
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La oración y la fe harán maravillas
Temo que no exista la fe que es esencial. ¿No nos fortaleceremos
contra los chascos y la tentación a desanimarnos? Dios es miseri-
cordioso, y con la verdad que despierta regocijo y que purifica y
ennoblece la vida, podemos hacer una obra buena y sólida para Dios.
La oración y la fe harán maravillas. La Palabra debe ser nuestra
arma de combate. Pueden obrarse milagros por medio de la Palabra;
porque es provechosa para todas las cosas.—
El Evangelismo, 357
.
La fe tiene que combinarse con nuestras oraciones
El pueblo de Dios debe avanzar con entendimiento. No debiera
estar satisfecho hasta haber confesado todo pecado conocido; des-
pués de esto tienen el privilegio y el deber de creer que Jesús los
acepta. No deben esperar que otros se abran paso a través de las
tinieblas y obtengan la victoria para que ellos la disfruten. Ese gozo