Página 35 - La Oraci

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Capítulo 2—Nuestra necesidad de la oración
La oración es tan esencial como el alimento diario
La oración cotidiana es esencial para crecer en la gracia, y aun
para la misma vida espiritual, así como el alimento físico es in-
dispensable para el bienestar temporal. Debemos acostumbrarnos
a elevar a menudo nuestros pensamientos en oración a Dios. Si
la mente divaga, debemos traerla de vuelta; mediante el esfuerzo
perseverante se transformará por fin en algo habitual. Ni por un
momento podemos separarnos de Cristo sin peligro. Podemos tener
su presencia que nos ayude a cada paso únicamente si respetamos
las condiciones que él mismo ha establecido.—
Mensajes para los
Jóvenes, 112, 113
.
Orar es una necesidad espiritual
Aunque Cristo había dado la promesa a sus discípulos de que
recibirían el Espíritu Santo, esto no disminuyó la necesidad de la
oración. Oraban con más fervor aun; y continuaban orando de común
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acuerdo. Quienes están comprometidos ahora en la solemne obra
de preparar a un pueblo para la venida del Señor, también deberían
continuar en oración.—
Gospel Workers 1892:371
.
Pero [los discípulos de Jesús] no habían escuchado la amonesta-
ción repetida: “Velad y orad”. Al principio, los había afligido mucho
el ver a su Maestro, generalmente tan sereno y digno, luchar con una
tristeza incomprensible. Habían orado al oír los fuertes clamores del
que sufría. No se proponían abandonar a su Señor, pero parecían
paralizados por un estupor que podrían haber sacudido si hubiesen
continuado suplicando a Dios. No comprendían la necesidad de
velar y orar fervientemente para resistir la tentación.—
El Deseado
de Todas las Gentes, 639
.
La experiencia de los discípulos en el Getsemaní contiene una
lección para el pueblo de Dios de hoy... Ellos no se dieron cuenta de
la necesidad de velar en ferviente oración para resistir a la tentación.
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