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La Oración
Satisface nuestras necesidades diarias
Recibida en el corazón, la verdad de Dios puede hacernos sabios
para salvación. Al creerla y obedecerla, recibiremos gracia suficiente
para los deberes y las pruebas de hoy. No necesitamos la gracia para
mañana. Debemos comprender que hemos de tratar tan solo con el
día de hoy. Venzamos hoy; neguémonos a nosotros mismos; velemos
y oremos ahora. Obtengamos victorias en Dios hoy.—
Joyas de los
Testimonios 1:340
.
[116]
La variedad de intereses de la causa nos provee alimento para
la reflexión e inspiración para nuestras oraciones.—
Testimonies for
the Church 4:459
.
Las oraciones respondidas son motivo de alabanza y gratitud
En el segundo capítulo de 1 Samuel se registra la oración de
una mujer consagrada que sirvió y glorificó a Dios. Ella oró: “Mi
corazón se regocija en Jehová, mi poder se exalta en Jehová; mi
boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu
salvación. No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera
de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro”.
1 Samuel 2:1, 2
. La
ofrenda de gratitud de Ana por la respuesta a la oración, es una
lección de agradecimiento para quienes hoy reciben respuestas a sus
peticiones. ¿Olvidaremos alabar y agradecer a Dios por su amante
bondad?
David declara: “Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis sú-
plicas; porque ha inclinado a mí su oído; por tanto, le invocaré en
todos mis días”.
Salmos 116:1, 2
. La bondad de Dios de escuchar
y responder nuestras oraciones nos compromete seriamente a agra-
decerle por los favores recibidos. Deberíamos alabar a Dios mucho
más. Las bendiciones recibidas en respuesta a la oración deberían
ser prontamente reconocidas. El registro de cada bendición debería
apuntarse en nuestro diario, para que cuando lo tomemos en nuestras
manos, podamos recordar la bondad del Señor y alabar su santo
nombre.—
The Review and Herald, 7 de mayo de 1908
.