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La Oración
Cuando no nos da lo que pedimos es porque tiene algo mejor
para nosotros
Cuando acudimos a él, debemos orar porque nos permita com-
prender y realizar su propósito, y que nuestros deseos e intereses
se pierdan en los suyos. Debemos reconocer que aceptamos su vo-
luntad, y no orar para que él nos conceda lo que pedimos. Es mejor
para nosotros que Dios no conteste siempre nuestras oraciones en el
tiempo y la manera que nosotros deseamos. Él hará para nosotros
algo superior al cumplimiento de todos nuestros deseos; porque
nuestra sabiduría es insensatez.—
Testimonios para la Iglesia 2:134
.
La oración que proviene de un corazón sincero y creyente puede
mucho. Dios no siempre responde nuestras oraciones del modo en
que esperamos, pues nosotros no pedimos lo que más nos conviene;
sin embargo, en su infinito amor y sabiduría, el Señor nos da lo que
más necesitamos.—
Testimonies for the Church 4:531
.
Cooperar con Dios en respuesta a nuestras oraciones
En la Palabra de Dios se describen dos bandos opuestos que
influyen sobre los seres humanos en nuestro mundo, y los dominan.
Esos bandos están actuando constantemente sobre cada ser humano.
Los que están bajo el dominio de Dios y la influencia de los ángeles
celestiales, podrán discernir las astutas artimañas de los poderes
invisibles de las tinieblas. Los que desean estar en armonía con los
agentes celestiales, debieran ser sumamente fervientes en cumplir la
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voluntad de Dios. No deben dar la menor cabida a Satanás y a sus
ángeles.
Pero a menos que estemos constantemente en guardia, seremos
vencidos por el enemigo. Aunque a todos ha sido manifestada una
solemne revelación de la voluntad de Dios acerca de nosotros, sin
embargo, el conocimiento de esa voluntad no excluye la necesidad
de elevar fervientes súplicas a Dios en busca de ayuda, y procurar
diligentemente cooperar con él en respuesta a las oraciones ofrecidas.
Él cumple sus propósitos por medio de instrumentos humanos.—
Comentario Bíblico Adventista 6:1118, 1119
.