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La Oración
La oración es el acto de abrir el corazón a Dios como a un
amigo. El ojo de la fe ve a Dios muy de cerca. El suplicante puede
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obtener preciosa evidencia del amor divino y el cuidado hacia él.
Pero, ¿por qué tantas oraciones no son jamás contestadas? ... El
Señor nos da la promesa: “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me
buscaréis de todo vuestro corazón”.
Jeremías 29:13
. Habla también
de algunos que “no clamaron a mí con su corazón”.
Oseas 7:14
.
Tales peticiones son oraciones en la forma, de labios afuera, que el
Señor no acepta.—
En Lugares Celestiales, 73
.
La oración apurada y ocasional no es una verdadera comunión
con Dios
El cielo no se cierra ante las oraciones fervientes de los justos.
Elías era un hombre sujeto a las mismas pasiones que nosotros; sin
embargo, el Señor lo escuchó y de una manera notable contestó sus
plegarias. La única razón de nuestra falta de poder para con Dios se
encuentra dentro de nosotros mismos. Si la vida íntima de muchos
de los que profesan la verdad se les presentase a plena vista, no
profesarían que son cristianos. No están creciendo en gracia. De vez
en cuando ofrecen una oración precipitada, pero no existe verdadera
comunión con Dios.
Para progresar en la vida espiritual, tenemos que pasar mucho
tiempo en oración. Cuando el mensaje de verdad se proclamó por
primera vez, ¡cuánto se oraba! ¡Cuán a menudo se oía en las cáma-
ras, en el establo, en el huerto o en la arboleda la voz intercesora!
A menudo pasábamos horas enteras en oración, dos o tres juntos
reclamando la promesa; con frecuencia se escuchaba el sonido del
llanto; y luego la voz de agradecimiento y el canto de alabanza.—
Testimonios para la Iglesia 5:151
.
Dios aborrece las oraciones egoístas
Vi que había algunos como Judas entre los que profesan esperar
a su Señor. Satanás los domina, pero no lo saben. Dios no puede
aprobar el menor grado de codicia o egoísmo, y aborrece las oracio-
nes y exhortaciones de aquellos que cultivan estos malos rasgos. Al
ver Satanás que su tiempo es corto, induce a los hombres a ser cada
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