Nuestra necesidad de la oración
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más, creer y recibir más, y debe haber una mayor colaboración con
Dios.—
Exaltad a Jesús, 174
.
Oremos siempre y como nunca antes
Mirad a Jesús con sencillez y fe. Contemplad al Salvador hasta
que vuestro espíritu desfallezca bajo el exceso de luz. Oramos y
creemos solo a medias. “Pedid, y se os dará”.
Lucas 11:9
. Orad,
creed, fortaleceos unos a otros. Orad como nunca habéis orado, para
que el Señor ponga su mano sobre vosotros, y seáis habilitados para
comprender la longitud, la anchura, la profundidad y la altura del
amor de Cristo, que sobrepuja todo entendimiento, y estéis henchidos
de la plenitud de Dios.—
Testimonios para la Iglesia 7:204
.
Ore, sí, ore como nunca antes, para que no sea engañado por
las artimañas de Satanás, para que no se entregue a una actitud
descuidada y vana, y para que no asista a las reuniones religiosas
solo para calmar su propia conciencia.—
Testimonios para la Iglesia
2:131
.
“Orad en todo tiempo”, es decir, estad siempre en el espíritu de
oración, y entonces estaréis listos para la venida de vuestro Señor.—
Testimonios para la Iglesia 5:217
.
Hay ahora necesidad de mucha oración. Cristo ordena: “Orad
sin cesar”; esto es, mantened la mente elevada a Dios, la fuente de
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todo poder y eficiencia.—
Testimonios para los Ministros, 520
.
La actividad no sustituye a la oración
Al aumentar la actividad, si los hombres tienen éxito en ejecutar
algún trabajo para Dios, hay peligro de que confíen en los planes y
métodos humanos. Tienden a orar menos y a tener menos fe. Como
los discípulos, corremos el riesgo de perder de vista cuánto depen-
demos de Dios y tratar de hacer de nuestra actividad un salvador.
Necesitamos mirar constantemente a Jesús comprendiendo que es
su poder lo que realiza la obra. Aunque hemos de trabajar fervoro-
samente para la salvación de los perdidos, también debemos tomar
tiempo para la meditación, la oración y el estudio de la Palabra de
Dios. Es únicamente la obra realizada con mucha oración y santifi-