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La Oración
o soledad, tenemos un Amigo que simpatiza con nosotros. Si, en
nuestra ignorancia, damos pasos en falso, Cristo no nos desampara...
“Todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.
Mateo
21:22
.—
Obreros Evangélicos, 277
.
Las bendiciones de Dios como resultado de una fe humilde
Una estrecha relación con el cielo le dará el tono adecuado a su
fidelidad y constituirá el fundamento de su éxito. Su sentimiento
de dependencia debe conducirlo a la oración y su sentido del deber
debe llamarlo al esfuerzo. La oración y el esfuerzo, el esfuerzo y
la oración, deberán ser el negocio de su vida. Debe orar como si
la eficiencia y la alabanza se debieran a Dios, y trabajar como si el
deber fuera suyo propio. Si desea poder, puede tenerlo, puesto que
está esperando que lo use. Tan solo crea en Dios, crea en su Palabra,
actúe con fe y recibirá las bendiciones.
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En este asunto, el genio, la lógica y la elocuencia no sirven de
nada. Dios acepta y oye las oraciones de los que tienen un corazón
humilde, confiado y contrito. Cuando Dios ayuda, todos los obstácu-
los desaparecen. Cuántos hombres de grandes habilidades naturales
y mucha erudición han fallado al ser colocados en posiciones de
responsabilidad, mientras que los que poseían habilidades espiritua-
les más débiles, con un ambiente menos favorable, han tenido un
éxito admirable. El secreto radica en que los primeros confiaban en
sí mismos, mientras los últimos se habían unido con Aquel cuyo
consejo es admirable y cuyas obras son poderosas para cumplir lo
que desea.—
Consejos sobre la Salud, 364, 365
.
Las oraciones sencillas inspiradas por el Espíritu Santo ascende-
rán a través de la puerta abierta, de la que Cristo dijo que él abriría y
que ningún hombre podría cerrar. Estas oraciones, mezcladas con el
incienso de la perfección de Cristo, ascenderán como fragancia al
Padre, y las respuestas llegarán.—
Testimonies for the Church 6:467
.
Oremos con la sencillez y la fe de un niño
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. “Mas el que bebiere
del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que