Página 278 - La Oraci

Basic HTML Version

Capítulo 26—Oraciones falsas
No podemos acercarnos a Dios en oración livianamente
La humildad y la reverencia deben caracterizar el comportamien-
to de todos los que se allegan a la presencia de Dios. En el nombre
de Jesús podemos acercarnos a él con confianza, pero no debemos
hacerlo con la osadía de la presunción, como si el Señor estuviese al
mismo nivel que nosotros. Algunos se dirigen al Dios grande, todo-
poderoso y santo, que habita en luz inaccesible, como si se dirigieran
a un igual o a un inferior. Hay quienes se comportan en la casa de
Dios como no se atreverían a hacerlo en la sala de audiencias de
un soberano terrenal. Los tales debieran recordar que están ante la
vista de Aquel a quien los serafines adoran, y ante quien los ángeles
cubren su rostro.—
Historia de los Patriarcas y Profetas, 252
.
[310]
Oraciones hipócritas
Las oraciones dirigidas a Dios para contarle todas nuestras des-
gracias cuando en realidad no nos sentimos desgraciados, son ora-
ciones hipócritas. Dios tiene en cuenta el corazón contrito. “Porque
así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre
es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado
y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y
para vivificar el corazón de los quebrantados”.
Isaías 57:15
.
La oración no tiene por objeto obrar un cambio en Dios; nos
pone a nosotros en armonía con Dios. No reemplaza al deber. Dios
nunca aceptará en lugar del diezmo la oración hecha con frecuencia
y fervor. La oración no pagará nuestras deudas a Dios.—
Mensajes
para los Jóvenes, 245, 246
.
Oraciones que proyectan sombras y no edifican
Temo que algunos no presenten sus dificultades a Dios en ora-
ción particular, sino que las reserven para la reunión de oración,
274