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Los ángeles y la oración
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un séquito de ángeles celestiales, quienes nos protegerán de toda
influencia corruptora.—
Nuestra Elavada Vocacion, 25
.
[306]
Los ángeles anotan nuestras oraciones y nos proporcionan
auxilio
Cuando os levantáis por la mañana, ¿sentís vuestra impotencia y
vuestra necesidad de fuerza divina? ¿Y dais a conocer humildemen-
te, de todo corazón, vuestras necesidades a vuestro Padre celestial?
En tal caso, los ángeles notan vuestras oraciones, y si estas no han
salido de labios fingidores, cuando estéis en peligro de pecar incons-
cientemente y de ejercer una influencia que induciría a otros a hacer
el mal, vuestro ángel custodio estará a vuestro lado, para induciros
a seguir una conducta mejor, escoger las palabras que habéis de
pronunciar, y para influir en vuestras acciones.
Si no os consideráis en peligro y si no oráis por ayuda y fortaleza
para resistir las tentaciones, os extraviaréis seguramente; vuestro
descuido del deber quedará anotado en el libro de Dios en el cielo, y
seréis hallados faltos en el día de prueba.—
Joyas de los Testimonios
1:347, 348
.
Dios envía refuerzos de ángeles para auxiliarnos en respuesta a
la oración
Si Satanás ve que corre peligro de perder un alma, hace cuanto
puede para conservarla. Y cuando la persona llega a darse cuenta del
peligro que corre, y con angustia y fervor busca fortaleza en Jesús,
Satanás teme perder un cautivo, y llama un refuerzo de sus ángeles
para rodear a la pobre alma y formar una muralla de tinieblas en
derredor de ella con el propósito de que la luz del cielo no la alcance.
Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia se aferra
a los méritos de la sangre de Cristo, nuestro Salvador escucha la
ferviente oración de fe, y envía refuerzos de ángeles poderosos en
fortaleza para que lo libren.
Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival,
porque teme y tiembla ante su fuerza y majestad. Al sonido de la
oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla. Él continúa
llamando legiones de malos ángeles, para lograr su objeto. Cuan-