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La Oración
escasa disposición para acercarnos a Dios mediante la oración es
que os habéis incapacitado para esta obra sagrada leyendo historias
fascinadoras que han excitado la imaginación y despertado pasiones
impuras. La Palabra de Dios llega a ser insípida, se olvida la hora de
la oración. La oración es la fuerza del cristiano. Cuando está solo,
no se encuentra solo; siente la presencia de Aquel que ha dicho:
“He aquí yo estoy con vosotros todos los días”.—
Mensajes para los
Jóvenes, 381
.
La oración es necesaria para entrar al cielo
No hay tal cosa como que podamos entrar en los portales ce-
lestiales mediante la complacencia y la necedad, las diversiones, el
egoísmo, sino solo mediante constante vigilancia y oración incesan-
te. La vigilancia espiritual de nuestra parte es individualmente el
precio de la seguridad. No os desviéis ni una pulgada hacia el lado
de Satanás, para que no gane ventaja sobre vosotros.—
Comentario
Bíblico Adventista 6:1094
.
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La oración nos conserva fieles
Sin oración incesante y vigilancia diligente, corremos el riesgo
de volvernos indiferentes y de desviarnos del sendero recto. Nuestro
adversario procura constantemente obstruir el camino al propiciato-
rio, para que no obtengamos mediante ardiente súplica y fe, gracia y
poder para resistir a la tentación.—
El Camino a Cristo, 94
.
Roguemos por el derramamiento del Espíritu Santo
Si hemos de aprender de Cristo, debemos orar como los após-
toles oraban cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre ellos.
Necesitamos el bautismo del Espíritu de Dios. No estamos seguros
ni siquiera una hora mientras descuidamos la obediencia a la Palabra
de Dios.—
Fundamentals of Christian Education, 537
.
La oración convierte la debilidad en fortaleza
No ven [muchos creyentes] la importancia del conocimiento ni
del control propios. No velan y oran, para no entrar en tentación.