Página 55 - La Oraci

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Dios escucha las oraciones
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a causa de las actividades y ocupaciones que se efectúan. Nada
puede ahogar el deseo del alma, este se eleva por encima del ruido
de la calle, por encima de la confusión de la multitud, y llega a las
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cortes del cielo. Es a Dios a quien hablamos, y nuestra oración es
escuchada.—
En Lugares Celestiales, 82
.
Dios escucha la intercesión de Jesús mezclada con nuestras
oraciones
Cristo se ha comprometido a ser nuestro sustituto y seguridad, y
no rechaza a nadie. Hay un fondo inagotable de obediencia perfecta
que surge de su obediencia. En el cielo sus méritos, abnegación y
sacrificio propio, se atesoran como incienso que se ofrece juntamen-
te con las oraciones de su pueblo. Cuando las sinceras y humildes
oraciones de los pecadores ascienden al trono de Dios, Cristo mez-
cla con ellas los méritos de su propia vida de perfecta obediencia.
Nuestras oraciones resultan fragantes gracias a este incienso. Cristo
se ha comprometido a interceder en nuestro favor, y el Padre siempre
oye al Hijo.—
Hijos e Hijas de Dios, 24
.
El señor responde siempre, aunque no nos demos cuenta
Si nos allegamos a Dios sintiéndonos desamparados y necesita-
dos, como realmente somos, y con fe humilde y confiada presenta-
mos nuestras necesidades a Aquel cuyo conocimiento es infinito y
que ve toda la creación y todo lo gobierna por su voluntad y palabra,
él puede y quiere atender a nuestro clamor, y hará resplandecer la luz
en nuestro corazón. Por la oración sincera nos ponemos en comu-
nicación con la mente del Infinito. Quizás no tengamos al instante
alguna prueba notable de que el rostro de nuestro Redentor se inclina
hacia nosotros con compasión y amor; y sin embargo es así. Tal vez
no sintamos su toque manifiesto, mas su mano se extiende sobre
nosotros con amor y piadosa ternura.—
El Camino a Cristo, 97
.
Las respuestas de Dios no siempre son lo que esperamos
Pedid pues; pedid y recibiréis. Pedid humildad, sabiduría, valor,
aumento de fe. Cada oración sincera recibirá contestación. Tal vez
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no llegue esta exactamente como deseáis, o cuando la esperéis; pero