Página 175 - La Oraci

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Hombres y mujeres de oración
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Pedro
El corazón del apóstol fue movido a simpatía al ver su tristeza.
Luego, ordenando que los llorosos deudos salieran de la pieza, se
arrodilló y oró fervorosamente a Dios para que devolviese la vida
y la salud a Dorcas. Volviéndose hacia el cuerpo, dijo: “Tabita,
levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, incorporóse”.
Dorcas había prestado grandes servicios a la iglesia, y a Dios le
pareció bueno traerla de vuelta del país del enemigo, para que su
habilidad y energía siguieran beneficiando a otros y también para
que por esta manifestación de su poder, la causa de Cristo fuese
fortalecida.—
Los Hechos de los Apóstoles, 107, 108
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