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La Oración
La oración no es necesario que sea larga ni en voz alta, ni para
dar órdenes a Dios
Pero la oración no es entendida como se debiera. Nuestras ora-
ciones no han de informar a Dios de algo que él no sabe. El Señor
está al tanto de los secretos de cada alma. Nuestras oraciones no
tienen por qué ser largas ni decirse en voz alta. Dios lee los pensa-
mientos ocultos. Podemos orar en secreto, y el que ve en secreto oirá
y nos recompensará en público.—
Mensajes para los Jóvenes, 245
.
Nuestras peticiones no deben cobrar forma de órdenes, sino
de una intercesión para que él haga las cosas que deseamos que
haga.—
Consejos sobre la Salud, 376
.
Oremos con fe y con sinceridad
Oren con fe. Y asegúrense de colocar sus vidas en armonía con
sus peticiones, de modo que puedan recibir las bendiciones que han
demandado. Que no se debilite su fe, porque las bendiciones que se
reciben son proporcionales a la fe que se ejerce. “Conforme a vuestra
fe os sea hecho”. “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo
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recibiréis”.
Mateo 9:29
;
21:22
. Oren, crean, y regocíjense. Canten
himnos de alabanza a Dios porque él les ha contestado sus oraciones.
Acéptenlo al pie de la letra, “porque fiel es el que prometió”.
Hebreos
10:23
. No se pierde ninguna súplica sincera. El canal está abierto; la
corriente está fluyendo. Lleva propiedades salutíferas en sus aguas,
derramando una corriente restauradora de vida y salud y salvación.—
Testimonios para la Iglesia 7:260
.
Que sus oraciones se caractericen por la sinceridad y la fe. El
Señor está dispuesto a hacer en nuestro favor “mucho más abundan-
temente de lo que pedimos o entendemos”.
Efesios 3:20
. Hablen de
esto; oren acerca de ello. No conversen de incredulidad. No podemos
darnos el lujo de dejar que Satanás vea que tiene poder para ensom-
brecer nuestro semblante y entristecer nuestras vidas.—
Testimonios
para la Iglesia 7:259, 260
.
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