Página 170 - La Oraci

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Capítulo 16—La oracíon privada
La oracíon privada es esencial
—Es imposible que el alma
florezca mientras la oración no es un ejercicio especial de la mente.
La oración familiar o pública solamente no es suficiente. La oración
secreta es muy importante; en la soledad el alma comparece desnuda
ante el ojo escrutador de Dios, y se examina todo motivo. ¡La oración
secreta! ¿Cuán preciosa es! ¡El alma en comunión con Dios! La
oración secreta sólo debe ser oída por Dios. Ningún oído curioso
debe enterarse del contenido de esa petición. En la oración secreta
el alma está libre de las influencias circundantes, libre de excitación.
Con calma, pero con fervor, buscará a Dios. La oración secreta a
menudo resulta pervertida, y se pierde su dulce propósito, al orar
en voz alta. En lugar de la confianza tranquila y serena, y la fe
en Dios, con el alma expresándose en voz baja y humilde, la voz
se eleva a las alturas, se produce exaltación, y la oración secreta
pierde su influencia suavizadora y sagrada. Se produce una tormenta
de sentimientos, una tormenta de palabras, de modo que resulta
imposible discernir esa vocecita queda que habla al alma cuando
ésta se entrega a su devoción secreta, verdadera y sentida. La oración
secreta, cuando se la práctica adecuadamente, produce mucho bien.
Pero cuando el contenido de la oración llega a oídos de toda la
familia e incluso de todo el vecindario, no es oración secreta aunque
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se crea que lo es, y no se recibe de ella fortaleza divina. Dulce
y permanente será la influencia que emana de Aquel que ve en
secreto, y cuyo oído está abierto para responder la plegaria que surge
del corazón. Mediante una fe serena y sencilla, el alma mantiene
comunión con Dios, y reúne para sí misma rayos de luz divina
que fortalecen y la sostienen para resistir los conflictos que tendrá
que librar contra Satanás. Dios es la torre de nuestra Fortaleza.—
Testimonios para la Iglesia 2:172
.
La oración en privado, la oración en familia y la oración en
público para rendir culto a Dios, todas son esenciales. Y debemos
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