Capítulo 18—La oración y la adoración
La oración y la adoración son esenciales para el crecimiento
espiritual
—Aprovechad toda oportunidad de ir donde se suela orar.
Los que están realmente procurando estar en comunión con Dios,
asistirán a los cultos de oración, fieles en cumplir su deber, ávidos
y ansiosos de cosechar todos los beneficios que puedan alcanzar.
Aprovecharán toda oportunidad de colocarse donde puedan recibir
rayos de luz celestial.—
El Camino a Cristo, 98
.
La oración en privado, la oración en familia y la oración en
público para rendir culto a Dios, todas son esenciales. Y debemos
vivir nuestras oraciones. Hemos de colaborar con Cristo en su obra.—
Testimonios para la Iglesia 7:227
.
En las reuniones de devoción, nuestras voces deben expresar por
la oración y alabanza nuestra adoración al Padre celestial, a fin de
que todos puedan saber que adoramos a Dios con sencillez y verdad,
y en la belleza de la santidad.—
Consejos para los Maestros, Padres
y Alumnos, 232
.
Reúnanse pequeños grupos por las tardes, al mediodía, o tem-
prano en la mañana para estudiar la Biblia. Tengan un momento de
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oración, para que el Espíritu Santo los fortalezca, ilumine y santi-
fique. Cristo desea que esta obra se realice en el corazón de cada
obrero. Cada uno de ustedes obtendrá una gran bendición si tan sólo
abre la puerta para recibirla. Los ángeles de Dios están presentes
en sus reuniones. Ustedes se alimentarán con las hojas del árbol de
la vida. Qué hermoso testimonio podrán dar del amor manifestado
entre compañeros de trabajo durante esos preciosos momentos de
buscar la bendición de Dios. Que cada uno relate su propia expe-
riencia con palabras sencillas. Esto traerá más consuelo y alegría al
alma que todos los instrumentos de música que pudieran reunirse
en las iglesias. Cristo entrará en sus corazones. Sólo por este medio
podrán ustedes mantener su integridad.—
Testimonios para la Iglesia
7:186
.
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