Capítulo 23—La oración pidiendo perdón
La oración pidiendo perdón siempre es contestada de inme-
diato
—Cuando pedimos bendiciones terrenales, tal vez la respuesta
a nuestra oración sea dilatada, o Dios nos dé algo diferente de lo que
pedimos, pero no sucede así cuando pedimos liberación del pecado.
Él quiere limpiarnos del pecado, hacernos hijos suyos y habilitarnos
para vivir una vida santa. Cristo “se dio a sí mismo por nuestros
pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme a la vo-
luntad de Dios y Padre nuestro”.
Gálatas 1:4
. Y “ésta es la confianza
que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que demandáremos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hubiéremos demandado”.
1 Juan 5:14, 15
. “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados, y
nos limpie de toda maldad”.
1 Juan 1:9
.—
El Deseado de Todas las
Gentes, 231, 232
.
Tan pronto como un hijo de Dios se acerca al propiciatorio,
llega a ser cliente del gran Abogado. Cuando pronuncia su primera
expresión de penitencia y súplica de perdón, Cristo acepta su caso y
lo hace suyo, presentando la súplica ante su Padre como su propia
súplica.—
Joyas de los Testimonios 3:29
.
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Contadle a Jesús con sinceridad vuestras necesidades. No se
requiere de vosotros que sostengáis una larga controversia con Dios,
o que le prediquéis un sermón, sino que, con un corazón afligido
a causa de vuestros pecados, digáis: “Sálvame, Señor, o pereceré”.
Para estas almas hay esperanza. Ellas buscarán, pedirán, golpearán
y encontrarán. Cuando Jesús haya quitado la carga del pecado que
quebranta el alma, experimentaréis la bendición de la paz de Cristo.—
Dios nos Cuida, 111
.
Cuando, al considerar la pecaminosidad del pecado, caemos im-
potentes ante la cruz pidiendo perdón y fuerza, nuestra oración es
escuchada y contestada. Los que presentan sus peticiones a Dios
en el nombre de Cristo nunca serán rechazados. El Señor dice: “Al
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