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La Oración
están dispuestos a negarse a sí mismos, a luchar desesperadamente
ante Dios y a orar mucho y con empeño para obtener su bendición,
no lo conseguirán. ¡Cuàn pocos cristianos saben lo que es luchar con
Dios! ¡Cuán pocos son los que jamás suspiraron por Dios con ardor
hasta tener como en tensión todas las facultades del alma! Cuando
olas de indecible desesperación envuelven al suplicante, ¡cuán raro
es verle atenerse con fe inquebrantable a las promesas de Dios!—
El
Conflicto de los Siglos, 679
.
La oración nos ha de salvaguardar hasta el fin
—Hasta que el
conflicto termine, habrá quienes se aparten de Dios. Satanás ordenará
de tal manera las circunstancias que, a menos que seamos guardados
por el poder divino, ellas debilitarán casi imperceptiblemente las
fortificaciones del alma. Necesitamos preguntar a cada paso: “¿Es
éste el camino del Señor?” Mientras dure la vida, habrá necesidad
de guardar los afectos y las pasiones con propósito firme. Ni un
solo momento podemos estar seguros, a no ser que confiemos en
Dios y tengamos nuestra vida escondida en Cristo. La vigilancia y
la oración son la salvaguardia de la pureza.
Todos los que entren en la ciudad de Dios lo harán por la puerta
estrecha, con esfuerzo y agonía; porque “no entrará en ella ninguna
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cosa sucia, o que hace abominación”.
Apocalipsis 21:27
. Pero nadie
que haya caído necesita desesperar. Hombres de edad, que fueron
una vez honrados por Dios, pueden haber manchado sus almas y
sacrificado la virtud sobre el altar de la concupiscencia; pero si se
arrepienten, abandonan el pecado y se vuelven a su Dios, sigue
habiendo esperanza para ellos. El que declara: “Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida” (
Apocalipsis 2:10
), formula
también esta invitación: “Deje el impío su camino, y el hombre
inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”.
Isaías 55:7
. Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador. Declara:
“Yo medicinaré su rebelión, amarélos de voluntad”.
Oseas 14:4
.—
Profetas y Reyes, 61, 62
.
Un grupo pequeño orará por la iglesia en sus momentos de
mayor peligro
—La levadura de la piedad no ha perdido todo su
poder. En el tiempo en que son mayores el peligro y la depresión
de la iglesia, el pequeño grupo que se mantiene en la luz estará
suspirando y clamando por las abominaciones que se cometen en la