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La Oración
rían sus puntos débiles, donde seguramente la tentación los atacará.
Al velar y orar pueden proteger de tal modo sus puntos más débi-
les que se transformarán en los más fuertes, y pueden enfrentar la
tentación sin ser vencidos. Cada seguidor de Cristo debiera exami-
narse diariamente, para que pueda conocer perfectamente su propia
conducta.—
Testimonios para la Iglesia 2:453
.
Oremos en toda circunstancia
—En vuestros negocios, en las
amistades que cultivéis durante vuestros ratos de ocio, y en los
vínculos que duren toda la vida, iniciad todas vuestras relaciones
tras seria y humilde oración. Así probaréis que honráis a Dios, y
Dios os honrará. Orad cuando os sintáis desfallecer. Cuando estéis
desalentados, permaneced mudos ante los hombres; no echéis som-
bra sobre la senda de los demás; mas decídselo todo a Jesús. Alzad
vuestras manos en demanda de auxilio. En vuestra flaqueza, asíos
de la fuerza infinita. Pedid humildad, sabiduría, valor y aumento de
fe, para que veáis la luz de Dios y os regocijéis en su amor.—
El
Ministerio de Curación, 410, 411
.
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