Página 61 - La Oraci

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La oración de fe
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pecados y su debilidad llega al oído del Padre misericordioso.—
El
Discurso Maestro de Jesucristo, 75
.
La oración pone a Dios en acción
—Mediante vuestras oracio-
nes fervientes de fe podréis mover el brazo que mueve al mundo.
Podéis enseñar a vuestros hijos a orar efectivamente al estar arrodi-
llados a vuestro lado. Elevad oraciones al trono de Dios: “Perdona,
oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para
que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre
los pueblos: Dónde está su Dios?”
Joel 2:17
.
Dios está obrando. El hace cosas maravillosas; y aunque more en
las alturas, la oración puede alcanzar su trono. El que pone y dispone,
el que hace cosas maravillosas, considerará la oración contrita de fe
del más humilde de sus hijos.—
The Review and Herald, 23 de abril
de 1889
.
Dios no puede contestar oraciones que no se oran
—La ora-
ción y la fe harán lo que ningún poder en la tierra podrá hacer. Rara-
mente nos encontramos dos veces en la mismísima situación. Tene-
mos que atravesar continuamente por nuevas situaciones y pruebas,
donde la experiencia pasada no puede ser guía suficiente. Debemos
tener la luz continua que viene de Dios. Cristo manda continuamente
mensajes a los que escuchan su voz.
Forma parte del plan divino el sernos concedido en respuesta a
la oración de la fe lo que no nos sería dado de otro modo.—
Mi Vida
Hoy, 15
.
Los ministros deben orar incansablemente
—Los ministros
deben procurar que sus corazones estén preparados antes de empren-
der la obra de ayudar a otros, porque el pueblo está más adelantado
que muchos de los ministros. Deberían infatigablemente luchar en
oración hasta que el Señor los bendiga. Cuando el amor de Dios arda
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sobre el altar de su corazón, no predicarán para exhibir su propio
ingenio, sino para presentar a Cristo, quien quita los pecados del
mundo.—
Testimonios para la Iglesia 5:155
.
El remedio para el desánimo es la fe, la oración y el traba-
jo
—Para todos los que estén desanimados, no hay sino un remedio:
fe, oración y trabajo.—
Testimonies for the Church 6:438
.
La oración es el arma para enfrentar al enemigo
—Cristo es
nuestra única esperanza. Id a Dios en el nombre de Aquel que dio su
vida por el mundo. Confiad en la eficacia de su sacrificio. Mostrad