Página 116 - Primeros Escritos (1962)

Basic HTML Version

112
Primeros Escritos
los recursos con extravagancia, mientras no cumplen los principios
de otras porciones. En la página 50, se lee lo siguiente: “Vi que
la causa de Dios ha sido estorbada y deshonrada por algunos que
viajaban sin mensaje de Dios. Los tales tendrán que dar cuenta
de todo dinero gastado en viajar donde no tenían obligación de ir,
porque ese dinero podría haber ayudado a hacer progresar la causa de
Dios.” También en la página 50 se lee: “Vi que aquellos que tenían
fuerza para trabajar con sus manos a fin de ayudar a la causa eran tan
responsables por su fuerza como otros lo eran por sus propiedades.”
Quisiera llamar la atención en forma especial a la visión de este
asunto mencionada en la página 57. He aquí un corto extracto: “El
objeto de las palabras de nuestro Salvador [en
Lucas 12:33
] no ha
[95]
sido presentado con claridad.” Vi que “el objeto que se tiene al
vender no es dar a los que pueden trabajar y sostenerse a sí mismos,
sino difundir la verdad. Es un pecado sostener en la ociosidad a
aquellos que podrían trabajar. Algunos han asistido celosamente a
todas las reuniones, no para glorificar a Dios, sino por los ‘panes
y los peces.’ Habría sido mejor que los tales se quedasen en casa
‘haciendo con sus manos lo que es bueno,’ para suplir las necesidades
de sus familias y tener algo que dar para sostener la preciosa causa.”
En tiempos pasados, ha sido el propósito de Satanás impulsar a
algunos de espíritu arrebatado a que gastasen recursos demasiado
liberalmente, e influyesen en sus hermanos para que se deshicieran
temerariamente de sus propiedades, a fin de que por medio de una
abundancia de recursos prodigados descuidada y apresuradamente,
las almas fueran perjudicadas y se perdieran, y para que ahora,
cuando la verdad se ha de difundir más extensamente, se sienta la
falta de recursos. Su propósito se ha logrado hasta cierto punto.
El Señor ha mostrado el error de muchos al esperar que sólo
los que tienen propiedades sostengan la publicación del periódico
y de los folletos.
Todos
deben desempeñar su parte. Los que tienen
fuerza para trabajar con las manos, y ganan recursos con que ayudar
a sostener la causa, son tan responsables por ello como lo son otros
por sus propiedades. Cada hijo de Dios que profesa creer la verdad
presente, debe ser celoso para desempeñar su parte en esta causa.
En julio de 1853, vi que no era correcto que el periódico recono-
cido y aprobado por Dios, saliera con tan poca frecuencia. La causa,