Página 135 - Primeros Escritos (1962)

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La fidelidad en la reunión de Testimonios
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Algunos callan en la reunión porque no tienen nada nuevo que
decir, y si hablan deben repetir la misma historia. Vi que esto se basa
en el orgullo, que Dios y los ángeles escuchaban los testimonios
de los santos y les agradaba y glorificaba que fuesen repetidos
semanalmente. El Señor ama la sencillez y la humildad, pero siente
desagrado y los ángeles son contristados cuando los que profesan
ser herederos de Dios y coherederos con Jesús permiten que se
desperdicie un tiempo precioso en sus reuniones.
Si los hermanos y hermanas estuviesen en el lugar donde debie-
ran estar, no les sería difícil encontrar algo que decir en honor de
Jesús, quien pendió de la cruz del Calvario por los pecados de ellos.
Si se esforzasen más por comprender la condescendencia manifesta-
da por Dios al dar a su amado Hijo unigénito para que muriese en
sacrificio por nuestros pecados y transgresiones, por comprender los
sufrimientos y la angustia que soportó Jesús a fin de preparar una
vía de escape para el hombre culpable y a fin de que pudiese recibir
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el perdón y vivir, estarían más dispuestos a ensalzar y magnificar a
Jesús. No podrían callar, sino que con acción de gracias y gratitud
hablarían de su gloria y de su poder. Y sobre ellos descansarían las
bendiciones de Dios por haber hecho eso. Aun si repitiesen la misma
historia, Dios sería glorificado. El ángel me mostró a aquellos que
clamaban sin cesar ni de día ni de noche: “Santo, santo, santo es el
Señor Dios Todopoderoso.” “Es una continua repetición—dijo el
ángel,—y sin embargo Dios es glorificado por ella.” Aun cuando
repitamos vez tras vez la misma historia, honra a Dios y demuestra
que no nos olvidamos de su bondad ni de sus misericordias hacia
nosotros.
Vi que las iglesias nominales han caído; en su medio reinan la
frialdad y la muerte. Si siguieran la Palabra de Dios, eso las humilla-
ría. Pero se colocan por encima de la obra del Señor. Y para ellas es
demasiado humillante repetir la misma sencilla historia de la bondad
de Dios cuando se reunen, y procuran tener algo nuevo, algo grande,
y que sus palabras sean correctas para el oído y agradables para
el hombre, y el Espíritu de Dios las abandona. Cuando sigamos el
humilde método de la Biblia, sentiremos los impulsos del Espíritu de
Dios. Todo se desarrollará en dulce armonía si seguimos el humilde
canal de la verdad, dependiendo plenamente de Dios, y no habrá
peligro de que nos afecten los malos ángeles. Cuando las almas se