Página 151 - Primeros Escritos (1962)

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Marco histórico
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(1888-1916) son bien conocidos para la mayoría de los adventistas
del séptimo día. Una vez publicada esta serie ampliada, los libros
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anteriormente dedicados al tema se fueron agotando. Según lo ano-
tado en el prefacio de
Spiritual Gifts
(Dones Espirituales), 1, que
figura a continuación, dicho libro se reimprimió en 1882 y llegó a
ser parte de
Early Writings
(Primeros Escritos).
Primeros Escritos y Testimonios Selectos
En 1927, fué publicado el libro
Testimonios Selectos,
2, por E. G.
de White. La portada indicaba que era una “Breve reseña de la gran
controversia entre Cristo y Satanás.” En el prefacio se comunicaba
al lector que esa obra de 256 páginas se publicaba con el intento de
entresacar de varios libros de la Sra. de White una compilación que
ofreciera en un volumen la historia del gran plan de salvación. Allí
se lee:
“Es cierto que en uno u otro libro: ‘The Spirit of Prophecy,’
‘Early Writings’ y ‘The Acts of the Apostles,’ el contenido de este
tomo vió la luz en inglés hace años, pero nunca apareció en la forma
continuada de un solo volumen; de manera que, realmente, como
dijimos, ofrecemos una primicia valiosa a nuestros lectores de habla
castellana, seguros de que su clara e inspirada exposición de hechos
poco comprendidos, y su presentación de verdades profundas que
el mundo en general suele ignorar, harán, como bajo la bendición
de Dios lo han hecho los demás libros de la misma autora, una obra
benéfica en los corazones.”
La tarea de trasladar los escritos de E. G. de White a los idiomas
leídos por los adventistas del séptimo día en diferentes países del
mundo ha sido grande. La obra de la iglesia en los diversos países
tuvo comienzos pequeños, y por lo general ha habido un crecimiento
gradual. Los libros tienen que ser publicados en un tamaño y a un
precio que permitan colocar el mayor número que se pueda de esos
libros en los hogares de los creyentes. Aunque existía el deseo de
proveer libros del Espíritu de Profecía con tanta presteza como fuese
posible, los pasos necesarios para ello sólo podían darse a medida
que aumentaba el número de los feligreses y sus recursos. En 1927
algunos de nuestros creyentes de lengua hispana poseían
El Conflicto
de los Siglos
y algunos tenían
Patriarcas y Profetas,
cuyas ediciones