Página 16 - Primeros Escritos (1962)

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palabra ‘Mesías’ significa ‘el ungido.’ En el otoño del año 27 de J.C.,
Cristo fué bautizado por Juan y recibió la unción del Espíritu Santo.
El apóstol Pedro testifica que ‘a Jesús de Nazaret: ... Dios le ungió
con el Espíritu Santo y con poder.’ [
Hechos 10:38, VM
] Y el mismo
Salvador declara: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí; por cuanto
me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres.’ Después
de su bautismo, Jesús volvió a Galilea, ‘predicando el evangelio de
[xiii]
Dios, y diciendo: Se ha cumplido
el tiempo.’
[
Lucas 4:18
;
Marcos
1:14, 15, VM
]
“ ‘Y en otra semana confirmará el pacto a muchos.’ La semana de
la cual se habla aquí es la última de las setenta. Son los siete últimos
años del período concedido especialmente a los judíos. Durante ese
plazo, que se extendió del año 27 al año 34 de J.C., Cristo, primero
en persona y luego por intermedio de sus discípulos, presentó la
invitación del Evangelio especialmente a los judíos. Cuando los
apóstoles salieron para proclamar las buenas nuevas del reino, las
instrucciones del Salvador fueron: ‘Por el camino de los Gentiles no
iréis, y en ciudad de Samaritanos no entréis.’. [
Mateo 10:5, 6
.]
“ ‘A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.’
En el año 31 de J.C., tres años y medio después de su bautismo,
nuestro Señor fué crucificado. Con el gran sacrificio ofrecido en el
Calvario, terminó aquel sistema de ofrendas que durante cuatro mil
años había prefigurado al Cordero de Dios. El tipo se encontró en el
antitipo, y todos los sacrificios y oblaciones del sistema ceremonial
debían cesar.
“Las setenta semanas, o 490 años concedidos a los judíos, termi-
naron, como lo vimos, en el año 34 de J.C. En dicha fecha, por auto
del Sanedrín judaico, la nación selló su rechazamiento del Evangelio
con el martirio de Esteban y la persecución de los discípulos de
Cristo. Entonces el mensaje de salvación, no estando más reservado
exclusivamente para el pueblo elegido, fué dado al mundo. Los dis-
cípulos, obligados por la persecución a huir de Jerusalén, ‘andaban
por todas partes, predicando la Palabra.’ ‘Felipe, descendiendo a la
ciudad de Samaria, les proclamó el Cristo.’ Pedro, guiado por Dios,
dió a conocer el Evangelio al centurión de Cesarea, el piadoso Cor-
nelio; el ardiente Pablo, ganado a la fe de Cristo, fué comisionado
para llevar las alegres nuevas ‘lejos ...a los gentiles.’ [
Hechos 8:4, 5;
22:21, VM
]