Página 211 - Primeros Escritos (1962)

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La muerte de Esteban
El número de los discípulos se multiplicaba grandemente en
Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe. Esteban,
lleno de fe, realizaba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.
Los dirigentes judíos fueron movidos a mayor ira cuando vieron que
había sacerdotes entre los que se apartaban de sus tradiciones, así
como de los sacrificios y ofrendas, y aceptaban a Jesús como el gran
sacrificio. Con poder de lo alto, Esteban reprendía a los sacerdotes y
ancianos incrédulos, y ensalzaba a Jesús delante de ellos. No podían
resistir la sabiduría y el poder con que él hablaba, y al comprobar que
no podían prevalecer contra él, sobornaron a hombres que jurasen
falsamente que le habían oído pronunciar palabras blasfemas contra
Moisés y contra Dios. Excitaron al pueblo y, apresando a Esteban,
mediante falsos testigos, le acusaron de hablar contra el templo y
la ley. Testificaron que le habían oído decir que Jesús de Nazaret
destruiría las costumbres que Moisés les había dado.
Mientras Esteban estaba de pie delante de sus jueces, la luz de
la gloria de Dios descansó sobre su rostro. “Entonces todos los
que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su
rostro como el rostro de un ángel.” Cuando se le pidió que contestase
las acusaciones presentadas contra él, comenzó con Moisés y los
profetas, recapituló la historia de los hijos de Israel y el trato de
Dios con ellos, y demostró cómo Cristo había sido predicho en las
profecías. Se refirió a la historia del templo y declaró que Dios no
mora en templos hechos por manos humanas. Los judíos adoraban
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al templo y se llenaban de mayor indignación por cualquier cosa
dicha contra aquel edificio que si hubiese sido pronunciada contra
Dios. Cuando Esteban habló de Cristo y se refirió al templo, vió
que el pueblo rechazaba sus palabras; y lo reprendió intrépidamente:
“¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros
resistís siempre al Espíritu Santo.” Mientras observaban los ritos
exteriores de su religión, sus corazones estaban corruptos y llenos
de mortífero mal. Se refirió a la crueldad de sus padres al perseguir
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