Página 270 - Primeros Escritos (1962)

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El espiritismo
Se me presentó el engaño de los golpes de los médiums espiri-
tistas y vi que Satanás puede poner ante nosotros la apariencia de
formas que simulen ser nuestros parientes o amigos que duermen
en Jesús. Se hará aparentar como si estos deudos estuvieran presen-
tes en realidad. Hablarán las palabras que pronunciaban mientras
estaban aquí, con las cuales nos hemos familiarizado, y resonará en
nuestro oído su mismo timbre de voz. Todo esto es para engañar al
mundo y entramparlo en la creencia de este engaño.
Vi que los santos deben tener cabal comprensión de la verdad
presente, que se verán obligados a sostener por las Escrituras. Deben
comprender el estado en que se hallan los muertos, porque los espíri-
tus diabólicos se les aparecerán aseverando ser queridos parientes o
amigos que les declararán doctrinas contrarias a la Escritura. Harán
cuanto puedan para excitar su simpatía y realizarán milagros ante
ellos para confirmar sus declaraciones. El pueblo de Dios debe estar
preparado para rechazar a estos espíritus con la verdad bíblica de
que los muertos nada saben y que los aparecidos son espíritus de
demonios.
Debemos examinar cuidadosamente el fundamento de nuestra
esperanza, porque de las Escrituras hemos de entresacar la razón
que hayamos de dar de ella. Este engaño espiritista se difundirá, y
tendremos que luchar con él cara a cara, y si no estamos preparados
para ello, quedaremos engañados y vencidos. Pero si por nuestra
parte hacemos cuanto podamos a fin de prepararnos para afrontar
el conflicto que se avecina, Dios hará su parte y nos protegerá con
su brazo omnipotente. Enviará a todos los ángeles de la gloria para
levantar una valla alrededor de las almas fieles, antes que consentir
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en que las engañen y extravíen los falaces prodigios de Satanás.
Vi la rapidez con que se difundía el engaño espiritista. Se me
mostró un tren de vagones que marchaban con la velocidad del
rayo. El ángel me mandó que observara cuidadosamente. Fijé la
vista en el tren. Parecía que en él iba el mundo entero. Después el
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