Página 160 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

Basic HTML Version

156
Historia de los Patriarcas y Profetas
A causa de su indiferencia hacia las bendiciones y requerimien-
tos divinos, la Escritura llama a Esaú “profano”. Representa a aque-
llos que menosprecian la redención comprada para ellos por Cristo,
y que están dispuestos a sacrificar su herencia celestial a cambio
de las cosas perecederas de la tierra. Multitudes viven en el mo-
mento presente, sin preocuparse del futuro. Como Esaú exclaman:
“Comamos y bebamos, porque mañana moriremos”.
1 Corintios
15:32
. Son dominados por sus inclinaciones; y en vez de practicar la
abnegación, pasan por alto las consideraciones de más valor. Si se
trata de renunciar a una de las dos cosas, la satisfacción de un apetito
depravado o las bendiciones celestiales prometidas solamente a los
que practican la abnegación de sí mismos y temen a Dios, prevalecen
las exigencias del apetito, y Dios y el cielo son tenidos en poco.
¡Cuántos, aun entre los que profesan ser cristianos, se aferran
a goces perjudiciales para la salud que entorpecen la sensibilidad
del alma! Cuando se les presenta el deber de limpiarse de toda
inmundicia del espíritu y de la carne, perfeccionando la santidad
en el temor de Dios, se ofenden. Ven que no pueden retener esos
placeres perjudiciales, y al mismo tiempo alcanzar el cielo, y como
la senda que lleva a la vida eterna les resulta tan estrecha, deciden a
no seguir en ella.
Millares de personas están vendiendo su primogenitura para sa-
tisfacer deseos sensuales. Sacrifican la salud, debilitan las facultades
mentales, y pierden el cielo; y todo esto por un placer meramente
temporal, por un deleite que debilita y degrada. Así como Esaú des-
pertó para ver la locura de su cambio precipitado cuando era tarde
para recobrar lo perdido, así les ocurrirá en el día de Dios a los que
han cambiado su herencia celestial por la satisfacción de placeres
egoístas.
[163]