Página 228 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Capítulo 23—Las plagas de Egipto
Este capítulo está basado en Éxodo 5.
Después de recibir instrucciones de los ángeles, Aarón salió a
recibir a su hermano, de quien había estado tanto tiempo separado.
Se encontraron en las soledades del desierto cerca de Horeb. Allí
conversaron, y “contó Moisés a Aarón todas las palabras de que
le enviaba Jehová, y todas las señales que le había dado”. Juntos
hicieron el viaje a Egipto; y cuando llegaron a la tierra de Gosén,
procedieron a reunir a los ancianos de Israel. Aarón les explicó cómo
Dios se había comunicado con Moisés, y este reveló al pueblo las
señales que Dios le había dado. “El pueblo creyó, y al oír que Jehová
había visitado a los hijos de Israel y que había visto su aflicción, se
inclinaron y adoraron”.
Éxodo 4:28, 31
.
A Moisés se le había dado también un mensaje para el rey. Los
dos hermanos entraron en el palacio del faraón como embajadores
del Rey de reyes, y hablaron en su nombre: “Jehová, el Dios de
Israel, dice así: “Deja ir a mi pueblo para que me celebre una fiesta
en el desierto””. Véase
Éxodo 5-11
.
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“¿Quién es Jehová para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo
no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel”.
“Ellos dijeron: “El Dios de los hebreos se nos ha manifestado;
iremos, pues, ahora, tres días de camino por el desierto, y ofrece-
remos sacrificios a Jehová, nuestro Dios, para que no venga sobre
nosotros con peste o con espada””.
Ya el rey había oído hablar de ellos y del interés que estaban
despertando entre el pueblo. Se encendió su ira y les dijo: “Moisés y
Aarón, ¿por qué buscáis apartar al pueblo de su trabajo? Volved a
vuestras tareas”. Ya el reino había sufrido una gran pérdida debido a
la intervención de estos forasteros. Al pensar en ello, añadió: “Ahora
que el pueblo de la tierra es numeroso, vosotros queréis apartarlo de
sus tareas”.
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