Página 424 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
“Finees [...] ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel”,
fue el mensaje divino; “por tanto: Yo establezco mi pacto de paz
con él. Será para él, y para su descendencia después de él, el pacto
del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo
expiación por los hijos de Israel”.
Números 25:11-13
.
Los juicios que cayeron sobre Israel por su pecado en Sitim, des-
truyeron los sobrevivientes de aquella vasta compañía que mereciera
casi cuarenta años antes la sentencia: “Han de morir en el desierto”.
El censo que Dios mandó hacer mientras el pueblo acampaba en
las planicies del Jordán, demostró que ninguno quedaba “de los
registrados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes hicieron el
censo de los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. [...] Y no quedó
ninguno de ellos, excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun”.
Números 26:64, 65
.
Dios había mandado sus castigos sobre los israelitas porque ellos
habían cedido a los halagos de los madianitas; pero los tentadores
mismos no habían de escapar a la ira de la divina justicia. Los ama-
lecitas, que habían atacado a Israel en Refidim, y caído súbitamente
sobre los débiles y rezagados de la hueste, no fueron castigados
sino mucho tiempo después; mientras que los madianitas, que lo
indujeron a pecar, sintieron de inmediato los juicios de Dios, porque
eran los enemigos más peligrosos. “Ejecuta la venganza de los hijos
de Israel sobre los madianitas -fué la orden que se le dio a Moisés-;
después irás a reunirte con tu pueblos”. Véase
Números 31
. Esta
orden fue obedecida al instante. Se escogieron mil hombres de cada
una de las tribus, y se los mandó bajo la dirección de Finees. “Pelea-
ron contra Madián como Jehová lo mandó a Moisés, [...] mataron
también a los reyes de Madián, [...] cinco reyes de Madián. También
mataron a espada a Balaam hijo de Beor”. Las mujeres que fueron
capturadas por el ejército atacante, fueron muertas según la orden de
Moisés, como las más culpables y como el enemigo más peligroso
de Israel.
Este el fin de quienes habían proyectado el daño del pueblo
de Dios. El salmista dice: “Se hundieron las naciones en el hoyo
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que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie”. “No
abandonará Jehová a su pueblo ni desamparará su heredad, sino que
el juicio será vuelto a la justicia”. Cuando “Se juntan contra la vida