Página 528 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
Precisamente cuando llegaba a la adultez, cuando debía cumplir
su misión divina, el momento en que debió haber sido más fiel a Dios,
Sansón se emparentó con los enemigos de Israel. No se preguntó
si al unirse con el objeto de su elección podría glorificar mejor a
Dios o si se estaba colocando en una posición que no le permitiría
cumplir el propósito que debía alcanzar su vida. A todos los que
tratan primero de honrarle a él, Dios les ha prometido sabiduría;
pero no existe promesa para los que se obstinan en satisfacer sus
propios deseos.
¡Cuántos hay que siguen el mismo camino que siguió Sansón!
¡Cuán a menudo se formalizan casamientos entre fieles e impíos,
porque la inclinación domina en la elección de marido o mujer!
Los contrayentes no piden consejo a Dios, ni procuran glorificar-
le. El cristianismo debe tener una influencia dominadora sobre la
relación matrimonial; pero con demasiada frecuencia los móviles
que conducen a esta unión no se ajustan a los principios cristianos.
Satanás está constantemente tratando de fortalecer su poderío sobre
el pueblo de Dios induciéndolo a aliarse con sus súbditos; y para
lograr esto, trata de despertar pasiones impuras en el corazón. Pero
en Su Palabra el Señor ha indicado clara y terminantemente a su
pueblo que no se una con aquellos en cuyo corazón no mora su amor.
“¿Qué armonía puede haber entre Cristo y Belial? ¿O qué parte el
creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de
Dios y los ídolos?”
2 Corintios 6:15, 16
.
En el festín de su boda Sansón se relacionó familiarmente con
los que odiaban al Dios de Israel. Quienquiera que voluntariamente
entabla semejantes relaciones se verá en la necesidad de amoldarse,
hasta cierto grado, a los hábitos y costumbres de sus compañeros.
Pasar el tiempo así es peor que malgastarlo. Se despiertan y fomentan
pensamientos, y se pronuncian palabras, que tienden a quebrantar
los baluartes de los buenos principios y a debilitar la ciudadela del
alma.
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La esposa, para obtener cuya mano Sansón había transgredido el
mandamiento de Dios, traicionó a su marido antes de que hubiera
terminado el banquete de bodas. Indignado por la perfidia de ella,
Sansón la abandonó momentáneamente, y regresó solo a su casa de
Sora. Cuando, después de aplacársele el enojo, volvió por su novia, la
halló casada con otro. La venganza que él se tomó al devastar todos