Página 582 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
Samuel no dejó al pueblo en el desaliento, pues éste habría im-
pedido todo esfuerzo por vivir mejor. Satanás los habría inducido a
considerar a Dios como severo e implacable, y así habrían quedado
expuestos a múltiples tentaciones. Dios es misericordioso y perdo-
nador, y desea siempre manifestar favor hacia su pueblo cuando éste
obedece a su voz. “No temáis -fue el mensaje que Dios envió por
medio de su siervo-; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con
todo eso no dejéis de seguir en pos de Jehová, sino servidle con todo
vuestro corazón. No os apartéis en pos de vanidades que no aprove-
chan ni libran, porque son vanidades. Pues Jehová no desamparará a
su pueblo”.
Samuel no habló acerca del desprecio que él había sufrido; ni
reprochó a Israel la ingratitud con la cual le había retribuido toda
una vida de devoción. Antes le prometió seguir interesándose ince-
santemente por él: “Así que, lejos de mí pecar contra Jehová dejando
de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto.
Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro
corazón, pues habéis visto cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.
Pero si perseveráis en hacer mal, vosotros y vuestro rey pereceréis”.
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