Página 592 - Historia de los Patriarcas y Profetas (2008)

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Capítulo 61—Saúl rechazado
Este capítulo está basado en 1 Samuel 15.
Sañul no había suportado soportado la prueba de su fe en el lance
dificultoso de Gilgal, y había deshonrado el servicio de Dios; pero
sus errores no eran todavía irreparables, y el Señor quiso concederle
otra oportunidad para que aprendiera a tener una fe implícita en su
palabra y a obedecer a sus mandamientos.
Cuando fue reprendido por el profeta en Gilgal, no le pareció a
Saúl que hubiera un gran pecado en la conducta que había seguido.
Creyó que había sido tratado injustamente y, procurando vindicar
sus acciones, presentó excusas por su error. Desde entonces tuvo
muy pocas relaciones con el profeta. Samuel amaba a Saúl como
a un hijo propio, mientras que Saúl, de temperamento atrevido y
ardiente, había estimado mucho al profeta; pero la reprensión de
Samuel despertó su resentimiento, y desde entonces lo evitaba en lo
posible.
Pero el Señor envió a su siervo con otro mensaje para Saúl. Por
la obediencia podía probar todavía que era fiel a Dios y digno de ir a
la cabeza de Israel. Samuel fue adonde estaba el rey, y le entregó el
mensaje del Señor. Para que el monarca pudiera comprender cuán
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importante es acatar el mandamiento, Samuel declaró expresamente
que le hablaba por orden divina, por la misma autoridad que había
llamado a Saúl al trono. El profeta dijo: “Así ha dicho Jehová de los
ejércitos: “Yo castigaré lo que Amalec hizo a Israel, cortándole el
camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, hiere a Amalec, destruye
todo lo que tiene y no te apiades de él; mata hombres, mujeres y
niños, aun los de pecho, y vacas, ovejas, camellos y asnos””. Véase
1 Samuel 15
.
Los amalecitas fueron los primeros que guerrearon contra Israel
en el desierto; y a causa de este pecado, juntamente con la manera
en que desafiaban a Dios y se envilecieron por la idolatría, el Señor,
por medio de Moisés, había pronunciado sentencia contra ellos. Por
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