La torre de Babel
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que Satanás trató de practicar en el cielo, el mismo que siguió Caín
al presentar su ofrenda.
Hay constructores de torres en nuestros días. Los incrédulos
formulan sus teorías sobre supuestas deducciones de la ciencia, y
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rechazan la palabra revelada de Dios. Pretenden juzgar el gobierno
moral de Dios; desprecian su ley y se jactan de la suficiencia de la
razón humana. Y, “porque nc se ejecuta luego sentencia sobre la
mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos lleno
para hacer mal.”
Eclesiastés 8:11
.
En el mundo que profesa ser cristiano, muchos se alejan de las
claras enseñanzas de la Sagrada Escritura y construyen un credo
fundado en especulaciones humanas y fábulas agradables; y señalan
su torre como una manera de subir al cielo. Los hombres penden
admirados de los labios elocuentes, que enseñan que el transgresor
no morirá, que la salvación se puede obtener sin obedecer a la ley de
Dios. Si los que profesan ser discípulos de Cristo aceptaran las nor-
mas de Dios, se unirían entre sí; pero mientras se ensalce la sabiduría
humana sobre la santa Palabra, habrá divisiones y disensiones. La
confusión existente entre los credos y sectas contrarias se representa
adecuadamente por el término “Babilonia,” que la profecía aplica a
las iglesias mundanas de los últimos días.
Muchos procuran hacerse un cielo adquiriendo riquezas y poder.
“Hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería” (
Sal-
mos 73:8
), pisotean los derechos humanos, y desprecian la autoridad
divina. Podrán los orgullosos ejercer momentáneamente gran poder
y tener éxito en todas sus empresas; pero al fin sólo encontrarán
desilusión y miseria.
El tiempo de la investigación de Dios ha llegado. El Altísimo
descenderá para ver lo que los hijos de los hombres han construído.
Su poder soberano se revelará; las obras del orgullo humano serán
abatidas. “Desde los cielos miró Jehová; vió a todos los hijos de
los hombres: desde la morada de su asiento miró sobre todos los
moradores de la tierra.” “Jehová hace nulo el consejo de las gentes,
y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová
permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas
las generaciones.”
Salmos 33:13, 14, 10, 11
.
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