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Historia de los Patriarcas y Profetas
ria; asimismo Cristo, el divino Mediador, veló su divinidad con la
humanidad cuando vino a la tierra. Si hubiera venido revestido del
resplandor del cielo, no hubiera hallado acceso a los corazones de
los hombres, debido al estado pecaminoso de éstos. No habrían po-
dido soportar la gloria de su presencia. Por lo tanto, se humilló a sí
mismo, tomando la “semejanza de carne de pecado” (
Romanos 8:3
),
para poder alcanzar y elevar a la raza caída.
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