Página 432 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay alguna virtud, si
alguna alabanza, en esto pensad.”
Filipenses 4:8
. Esto requerirá
ferviente oración y vigilancia incesante. Habrá de ayudarnos la
influencia permanente del Espíritu Santo, que atraerá la mente hacia
arriba y la habituará a pensar sólo en cosas santas y puras. Debemos
estudiar diligentemente la Palabra de Dios. “¿Con qué limpiará el
joven su camino? Con guardar tu palabra,” dice el salmista y añade:
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.”
Salmos 119:9, 11
.
Los pecados que cometió Israel en Beth-peor atrajeron los jui-
cios de Dios sobre la nación, y aunque ahora no se castiguen los
mismos pecados con idéntica presteza, recibirán su retribución tan
seguramente como la recibieron entonces. “Si alguno violare el
templo de Dios, Dios destruirá al tal.”
1 Corintios 3:17
. La natura-
leza ha vinculado a estos crímenes terribles castigos que, tarde o
temprano, se aplicarán a todos los transgresores. Estos pecados, en
mayor medida que cualesquiera otros, son los que han causado la
terrible degeneración de nuestra raza y la carga de enfermedades y
miseria que afligen al mundo. Podrán los hombres ocultar sus trans-
gresiones a los ojos de sus semejantes, pero no por eso dejarán de
segar las consecuencias, en forma de padecimientos, enfermedades,
degeneración mental, o muerte. Y más allá de esta vida les aguarda
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el tribunal del juicio, con su galardón de consecuencias eternas. “Los
que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios,” sino que con
Satanás y los malos ángeles, recibirán su parte en aquel “lago de
fuego” que es “la muerte segunda.”
Gálatas 5:21
;
Apocalipsis 20:14
.
“Los labios de la extraña destilan miel, y su paladar es más
blando que el aceite; mas su fin es amargo como el ajenjo; agudo
como cuchillo de dos filos.” “Aleja de ella tu camino, y no te acerques
a la puerta de su casa; porque no des a los extraños tu honor, y tus
años a cruel; porque no se harten los extraños de tu fuerza, y tus
trabajos estén en casa del extraño; y gimas en tus postrimerías,
cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo.” “Su casa está inclinada
a la muerte.” “Todos los que a ella entraren, no volverán.” “Sus
convidados están en los profundos de la sepultura.”
Proverbios 5:3,
4, 8-11
;
2:18, 19
;
9:18
.
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