Página 433 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Capítulo 42—La repetición de la ley
Este capítulo está basado en Deuteronomio 4 a 6; 21.
El Señor anunció a Moisés que se acercaba el tiempo señalado
para que Israel tomara posesión de Canaán; y mientras el anciano
profeta se hallaba en las alturas que dominaban el río Jordán y la
tierra prometida, miró con profundo interés la herencia de su pueblo.
¿No podría revocarse la sentencia pronunciada contra él a causa de
su pecado en Cades? Con hondo fervor imploró: “Señor Jehová, tú
has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano fuerte;
porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga según tus
obras, y según tus valentías? Pase yo, ruégote, y vea aquella tierra
buena, que está a la parte allá del Jordán, aquel buen monte, y el
Líbano.”
Deuteronomio 3:24, 25
.
La contestación que recibió fué: “Bástate; no me hables más de
este negocio. Sube a la cumbre del Pisga, y alza tus ojos al occidente,
y al aquilón, y al mediodía, y al oriente, y ve por tus ojos: porque no
pasarás este Jordán.”
Vers. 26, 27
.
Sin murmurar, Moisés se sometió a lo decretado por Dios. Y su
preocupación se concentró en el pueblo de Israel. ¿Quién sentiría el
interés que él había sentido por el bienestar de ese pueblo? Con el
corazón desbordante de emoción exhaló esta oración: “Ponga Jeho-
vá, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque
y los introduzca; porque la congregación de Jehová no sea como
ovejas sin pastor.”
Números 27:16, 17
.
El Señor oyó la oración de su siervo; y la contestación fué: “Toma
a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano
sobre él. Y ponerlo has delante de Eleazar el sacerdote, y delante
de toda la congregación; y le darás órdenes en presencia de ellos.
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Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación
de los hijos de Israel le obedezcan.”
Vers. 18-20
. Josué había sido
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