Capítulo 53—Los primeros jueces
Este capítulo está basado en Jueces 6 a 8.
Después de haberse establecido en Canaán las tribus no hicieron
ningún esfuerzo vigoroso para completar la conquista de la tierra.
Satisfechas con el territorio que ya habían ganado, dejaron que su
celo disminuyera y suspendieron la guerra. “Empero cuando Israel
tomó fuerzas, hizo al Cananeo tributario, mas no lo echó.”
Jueces
1:28
.
El Señor había cumplido fielmente, por su parte, la promesa
hecha a Israel; Josué había quebrantado el poderío de los cananeos
y había distribuído la tierra entre las tribus. A éstas sólo les quedaba
confiar en la seguridad de la ayuda divina y completar la obra de
desalojar a los habitantes de la tierra. Pero no lo hicieron. Aliándose
con los cananeos, violaron abiertamente el mandamiento de Dios, y
así dejaron de cumplir la condición bajo la cual les había prometido
ponerlos en posesión de Canaán.
Desde la primera comunicación que Dios les diera en el Sinaí,
habían recibido advertencias contra la idolatría. Inmediatamente
después de la proclamación de la ley, se les mandó por medio de
Moisés el siguiente mensaje con respecto a las naciones de Canaán:
“No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos
hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás enteramente sus
estatuas. Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan
y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.”
Éxodo
23:24, 25
.
Se les aseguró que mientras permanecieran obedientes Dios
subyugaría a sus enemigos delante de ellos: “Yo enviaré mi terror
delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te
daré la cerviz de todos tus enemigos. Yo enviaré la avispa delante
de ti, que eche fuera al Heveo, y al Cananeo, y al Hetheo, de delante
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de ti: no los echaré de delante de ti en un año, porque no quede la
tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo. Poco a
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