Página 514 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes
la tierra por heredad. ... Pondré en vuestras manos los moradores de
la tierra, y tú los echarás de delante de ti. No harás alianza con ellos,
ni con sus dioses. En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan
pecar contra mí sirviendo a sus dioses: porque te será de tropiezo.”
Vers. 27-33
. Estas instrucciones fueron reiteradas de la manera más
solemne por Moisés antes de su muerte, y fueron repetidas también
por Josué.
Dios había puesto a su pueblo en Canaán como un poderoso
valladar para contener la ola de la inmoralidad, a fin de que no
inundara al mundo. Si Israel le era fiel, Dios quería que fuera de
conquista en conquista. Entregaría en sus manos naciones aún más
grandes y más poderosas que las de los cananeos. Les prometió:
“Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos
que yo os prescribo, ... Jehová también echará todas estas gentes de
delante de vosotros, y poseeréis gentes grandes y más fuertes que
vosotros. Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro:
desde el desierto y el Líbano, desde el río, el río Eufrates, hasta la
mar postrera será vuestro término. Nadie se sostendrá delante de
vosotros: miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios
sobre la haz de toda la tierra que hollareis, como él os ha dicho.”
Deuteronomio 11:22-25
.
Pero, despreciando su elevado destino, escogieron el camino
del ocio y de la complacencia, dejaron pasar las oportunidades de
completar la conquista de la tierra; y por consiguiente, durante mu-
chas generaciones fueron afligidos y molestados por un residuo de
estos idólatras, que fué, según antaño lo predijera el profeta, como
“aguijones” en sus ojos, y “por espinas” en sus “costados.”
Números
33:55
.
Los israelitas “se mezclaron con las gentes, y aprendieron sus
obras.” Se aliaron en matrimonio con los cananeos, y la idolatría se
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difundió como una plaga por todos los ámbitos de la tierra. “Sirvie-
ron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina. Y sacrificaron sus
hijos y sus hijas a los demonios.... Y la tierra fué contaminada con
sangre.” “Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, y
abominó su heredad.”
Salmos 106:34-38, 40
.
Mientras no se extinguió la generación que había recibido ins-
trucción de Josué, la idolatría hizo poco progreso; pero los padres