Página 675 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

Basic HTML Version

El reinado de David
671
El tabernáculo construído por Moisés, con todo lo que pertenecía
al servicio del santuario, a excepción del arca, estaba aún en Gabaa.
David quería hacer de Jerusalén el centro religioso de la nación. Ha-
bía construído un palacio para sí, y consideraba que no era apropiado
que el arca de Dios reposara en una tienda. Resolvió construirle un
templo de tal suntuosidad que expresara cuánto apreciaba Israel el
honor otorgado a la nación con la presencia permanente de su Rey
Jehová. Cuando comunicó su propósito al profeta Natán, recibió esta
respuesta alentadora: “Anda, y haz todo lo que está en tu corazón,
que Jehová es contigo.”
Pero esa noche llegó a Natán la palabra de Jehová y le dió un
mensaje para el rey. David no había de tener el privilegio de construir
una casa para Dios, pero le fué asegurado el favor divino, a él, a su
posteridad y al reino de Israel: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas, para que fueses
príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; y he sido contigo en todo
cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te
he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que son en
la tierra. Además yo fijaré lugar a mi pueblo Israel, yo lo plantaré,
para que habite en su lugar, y nunca más sea removido, ni los inicuos
le aflijan más, como antes.” Véase
2 Samuel 7
.
Como David había deseado construir una casa para Dios, le fué
hecha esta promesa: “Jehová te hace saber, que él te quiere hacer
casa.... Yo estableceré tu simiente después de ti.... El edificará casa
a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.”
La razón por la cual David no había de construir el templo fué
declarada así: “Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes
guerras: no edificarás casa a mi nombre, ... he aquí, un hijo te nacerá,
el cual será varón de reposo, porque yo le daré quietud de todos sus
enemigos; ... su nombre será Salomón [pacífico]; y yo daré paz y
reposo sobre Israel en sus días: él edificará casa a mi nombre.”
1
Crónicas 22:8-10
.
[770]
Aunque le fué negado el permiso para ejecutar el propósito que
había en su corazón, David recibió el mensaje con gratitud. “Señor
Jehová—exclamó,—¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me
traigas hasta aquí? Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová,
pues que también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir,”
y renovó su pacto con Dios.