Página 96 - Historia de los Patriarcas y Profetas (1954)

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Historia de los Patriarcas y Profetas
poder los valles se fertilizan. Todas las bestias de los bosques piden a
Dios su alimento, y toda criatura viviente, desde el diminuto insecto
hasta el hombre, dependen diariamente de su divina providencia.
Según las hermosas palabras del salmista: “Todos ellos esperan en
ti, para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; abres
tu mano, hártanse de bien.” Su Palabra controla los elementos, él
cubre los cielos de nubes y prepara la lluvia para la tierra. “El da
la nieve como lana, derrama la escarcha como ceniza.” “A su voz
se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de
lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el
viento de sus depósitos.”
Salmos 147:8, 16; 104:27, 28
;
Jeremías
10:13
.
Dios es el fundamento de todas las cosas. Toda verdadera ciencia
está en armonía con sus obras; toda verdadera educación nos induce
a obedecer a su gobierno. La ciencia abre nuevas maravillas ante
nuestra vista, se remonta alto, y explora nuevas profundidades; pero
de su búsqueda no trae nada que esté en conflicto con la divina
revelación. La ignorancia puede tratar de respaldar puntos de vista
falsos con respecto a Dios valiéndose para ello de la ciencia; pero el
libro de la naturaleza y la Palabra escrita se iluminan mutuamente.
De esa manera somos inducidos a adorar al Creador, y confiar con
inteligencia en su Palabra.
Ninguna mente finita puede comprender plenamente la existen-
cia, el poder, la sabiduría, o las obras del Infinito. El escritor sagrado
dice: “¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección
del Todopoderoso? Es más alto que los cielos: ¿qué harás? es más
profundo que el infierno: ¿cómo lo conocerás? Su dimensión es más
larga que la tierra, y más ancha que la mar.”
Job 11:7-9
. Los intelec-
tos más poderosos de la tierra no pueden comprender a Dios. Los
hombres podrán investigar y aprender siempre; pero habrá siempre
un infinito inalcanzable para ellos.
Sin embargo, las obras de la creación dan testimonio de la gran-
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deza y del poder de Dios. “Los cielos cuentan la gloria de Dios,
y la expansión denuncia la obra de sus manos.”
Salmos 19:1
. Los
que reciben la Palabra escrita como su consejera encontrarán en
la ciencia un auxiliar para comprender a Dios. “Porque las cosas
invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver des-