Página 144 - Profetas y Reyes (1957)

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Profetas y Reyes
Así pereció el último miembro de la casa de Acab. El terrible mal
que resultara de su unión con Jezabel subsistió hasta que pereció el
último de sus descendientes. Aun en la tierra de Judá, donde el culto
del verdadero Dios no había sido nunca desechado formalmente,
Atalía había logrado seducir a muchos. Inmediatamente después de
la ejecución de la reina impenitente, “todo el pueblo de la tierra entró
en el templo de Baal, y derribáronlo: asimismo despedazaron ente-
ramente sus altares y sus imágenes, y mataron a Mathán sacerdote
de Baal delante de los altares.”
2 Reyes 11:18
.
Siguió una reforma. Los que participaron en la aclamación de
Joas como rey, habían hecho un pacto solemne de que “serían pueblo
de Jehová.” Y una vez eliminada del reino de Judá la mala influencia
de la hija de Jezabel, y una vez muertos los sacerdotes de Baal y su
templo destruído, “todo el pueblo del país hizo alegrías: y la ciudad
estuvo quieta.”
2 Crónicas 23:16, 21
.
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