Página 145 - Profetas y Reyes (1957)

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Capítulo 17—El llamamiento de Eliseo
Dios había ordenado a Elías que ungiese a otro hombre para que
fuese profeta en su lugar. Le había dicho: “A Eliseo hijo de Saphat,
... ungirás para que sea profeta en lugar de ti” (
1 Reyes 19:16
); y
en obediencia a la orden, Elías se fué en busca de Eliseo. Mientras
se dirigía hacia el norte, notaba cuán cambiado estaba el escenario
en comparación con lo que había sido poco tiempo antes. Entonces
la tierra estaba quemada, y no se labraban las regiones agrícolas;
porque hacía tres años y medio que no caía rocío ni lluvia. Ahora la
vegetación brotaba por todos lados, como para redimir el tiempo de
la sequía y del hambre.
El padre de Eliseo era un agricultor rico, cuya familia se contaba
entre los que no habían doblado la rodilla ante Baal en un tiempo
de apostasía casi universal. En su casa se honraba a Dios, y la
obediencia a la fe del antiguo Israel era la norma de la vida diaria.
En tal tambiente habían transcurrido los primeros años de Eliseo. En
la quietud de la vida en el campo, bajo la enseñanza de Dios y de la
naturaleza y gracias a la disciplina del trabajo útil, adquirió hábitos
de sencillez y de obediencia a sus padres y a Dios que contribuyeron
a hacerlo idóneo para el alto puesto que había de ocupar más tarde.
Llegó el llamamiento profético a Eliseo mientras que, con los
criados de su padre, estaba arando en el campo. Se había dedicado
al trabajo que tenía más a mano. Poseía capacidad para ser dirigente
entre los hombres y la mansedumbre de quien está dispuesto a
servir. Dotado de un espíritu tranquilo y amable, era sin embargo
enérgico y firme. Manifestaba integridad y fidelidad, así como amor
y temor de Dios; y en el humilde cumplimiento del trabajo diario
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adquirió fuerza de propósito y nobleza de carácter, mientras crecía
constantemente en gracia y conocimiento. Al cooperar con su padre
en los deberes del hogar, aprendía a cooperar con Dios.
Por su fidelidad en las cosas pequeñas, Eliseo se estaba prepa-
rando para cumplir otros cometidos mayores. Día tras día, por la
experiencia práctica, adquiría idoneidad para una obra más amplia y
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