Página 17 - Profetas y Reyes (1957)

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Introducción—La viña del señor
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colgaban por encima de la cerca, y podían unírseles injertos, pero el
tronco mismo fué puesto donde el poder de los hombres no pudiese
alcanzarlo ni dañarlo.
Para la iglesia de Dios, que custodia su viña en la tierra hoy,
resultan de un valor especial los mensajes de consejo y admoni-
ción dados por los profetas que presentaron claramente el propósito
eterno del Señor en favor de la humanidad. En las enseñanzas de los
profetas, el amor de Dios hacia la raza perdida y el plan que trazó pa-
ra salvarla quedan claramente revelados. El tema de los mensajeros
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que Dios envió a su iglesia a través de los siglos transcurridos fué
la historia del llamamiento dirigido a Israel, sus éxitos y fracasos,
cómo recobró el favor divino, cómo rechazó al Señor de la viña y
cómo el plan secular será realizado por un remanente piadoso en
favor del cual se cumplirán todas las promesas del pacto. Y hoy el
mensaje de Dios a su iglesia, a aquellos que se ocupan en su viña
como fieles labradores, no es otro que el dado por el profeta antiguo:
“En aquel día cantad de la viña del vino rojo. Yo Jehová la guardo,
cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie
la visite.”.
Isaías 27:2, 3
.
Espere Israel en Dios. El Señor de la viña está ahora mismo
juntando de entre los hombres de todas las naciones y todos los
pueblos los preciosos frutos que ha estado aguardando desde hace
mucho. Pronto vendrá a los suyos; y en aquel alegre día se habrá
cumplido finalmente su eterno propósito para la casa de Israel. “Días
vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos
Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto.”.
Isaías 27:6
.
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