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Profetas y Reyes
y se apartaron de sus ídolos para adorar a Jehová. Aprendieron a
ver amor, misericordia y tierna compasión en su Hacedor. Y en los
días sombríos que iban a presentarse en la historia de Judá, cuando
sólo quedaría un residuo en la tierra, las palabras del profeta iban a
continuar dando fruto en una reforma decidida. Declaró Isaías: “En
aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al
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Santo de Israel. Y no mirará a los altares que hicieron sus manos,
ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los bosques, ni a las
imágenes del sol.”
Isaías 17:7, 8
.
Muchos iban a contemplar al que es del todo amable, el principal
entre diez mil. Esta fué la misericordiosa promesa que se les dirigió:
“Tus ojos verán al Rey en su hermosura.”
Isaías 33:17
. Sus pecados
iban a ser perdonados, y pondrían su confianza en Dios solo. En
aquel alegre día en que fuesen redimidos de la idolatría, exclamarían:
“Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar
de ríos, de arroyos muy anchos... Porque Jehová es nuestro juez,
Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey, él mismo nos
salvará.”
Vers. 21, 22
.
Los mensajes dados por Isaías a aquellos que decidieran apar-
tarse de sus malos caminos, estaban impregnados de consuelo y
aliento. Oigamos las palabras que les dirigió el Señor por medio de
su profeta:
“Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel,
pues que tú mi siervo eres:
yo te formé; siervo mío eres tú: Israel, no me olvides.
Yo deshice como a nube tus rebeliones,
y como a niebla tus pecados:
tórnate a mí, porque yo te redimí.”
Isaías 44:21, 22
.
“Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh Jehová:
pues aunque te enojaste contra mí,
tu furor se apartó, y me has consolado.
He aquí Dios es salud mía;
aseguraréme, y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es Jah
Jehová, el cual ha sido salud para mí...
“Cantad salmos a Jehová; porque ha hecho cosas magníficas: