Página 242 - Profetas y Reyes (1957)

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Capítulo 31—Esperanza para los paganos
Durante todo su ministerio, Isaías testificó claramente acerca del
propósito de Dios en favor de los paganos. Otros profetas habían
mencionado el plan divino, pero no siempre se había comprendido
su lenguaje. A Isaías le tocó presentar claramente a Judá la ver-
dad de que entre el Israel de Dios iban a contarse muchos que no
eran descendientes de Abrahán según la carne. Esta enseñanza no
armonizaba con la teología de su época; y sin embargo proclamó
intrépidamente los mensajes que Dios le daba, e infundió esperan-
za a muchos corazones que anhelaban las bendiciones espirituales
prometidas a la simiente de Abrahán.
En su carta a los creyentes de Roma, el apóstol de los gentiles
llama la atención a esta característica de la enseñanza de Isaías.
Declara Pablo: “E Isaías determinadamente dice: Fuí hallado de los
que no me buscaban; manifestéme a los que no preguntaban por mí.”
Romanos 10:20
.
Con frecuencia los israelitas parecían no poder o no querer com-
prender el propósito de Dios en favor de los paganos. Sin embargo,
este propósito era lo que había hecho de ellos un pueblo separado, y
los había establecido como nación independiente entre los pueblos
de la tierra. Abrahán, su padre, a quien se diera por primera vez la
promesa del pacto, había sido llamado a salir de su parentela hacia
regiones lejanas, para que pudiese comunicar la luz a los paganos.
Aunque la promesa que le fuera hecha incluía una posteridad tan
numerosa como la arena del mar, no eran motivos egoístas los que
iban a impulsarle como fundador de una gran nación en la tierra de
Canaán. El pacto que Dios hiciera con él abarcaba todas las nacio-
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nes de la tierra. Jehová declaró: “Bendecirte he, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición: y bendeciré a los que te bendijeren, y
a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las
familias de la tierra.”
Génesis 12:2, 3
.
Al renovarse el pacto poco después del nacimiento de Isaac, el
propósito de Dios en favor de la humanidad se expresó nuevamente
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