Página 25 - Profetas y Reyes (1957)

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Capítulo 2—El templo y su dedicación
Salomón ejecutó sabiamente el plan de erigir un templo para el
Señor, como David lo había deseado durante mucho tiempo. Durante
siete años Jerusalén se vió llena de obreros activamente ocupados
en nivelar el sitio escogido, construir grandes paredes de retención,
echar amplios cimientos de “grandes piedras, piedras de precio, ... y
piedras labradas” (
1 Reyes 5:17
), dar forma a las pesadas maderas
traídas de los bosques del Líbano y erigir el magnífico santuario.
Simultáneamente con la preparación de la madera y de las pie-
dras a la cual muchos millares dedicaban sus energías, progresaba
constantemente la elaboración de los muebles para el templo, bajo
la dirección de Hiram de Tiro, “un hombre hábil y entendido, ... el
cual” sabía “trabajar en oro, y plata, y metal, y hierro, en piedra y en
madera, en púrpura y en cárdeno, en lino y en carmesí.”.
2 Crónicas
2:13, 14
.
Mientras el edificio se iba levantando silenciosamente en el mon-
te Moria con “piedras que traían ya acabadas; de tal manera que
cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa,
ni ningún otro instrumento de hierro” (
1 Reyes 6:7
), los hermosos
adornos se ejecutaban de acuerdo con los modelos confiados por
David a su hijo, “todos los vasos para la casa de Dios.” Estas cosas
incluían el altar del incienso, la mesa para los panes de la proposi-
ción, el candelero y sus lámparas, así como los vasos e instrumentos
relacionados con el ministerio de los sacerdotes en el lugar santo,
todo “de oro, de oro perfecto.”
2 Crónicas 4:19, 21
. Los enseres
de bronce: el altar de los holocaustos, la gran cuba sostenida por
doce bueyes, las fuentes de menor tamaño, los muchos otros vasos,
“fundiólos el rey en los llanos del Jordán, en tierra arcillosa, entre
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Suchot y Seredat.”.
2 Crónicas 4:17
. Esos enseres fueron provistos
en abundancia, para que no se careciese de ellos.
De una belleza insuperable y esplendor sin rival era el palacio
que Salomón y quienes le ayudaban erigieron para Dios y su cul-
to. Adornado de piedras preciosas, rodeado por atrios espaciosos y
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