Página 293 - Profetas y Reyes (1957)

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El último rey de Judá
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gentes, para que sirvan a Nabucodonosor rey de Babilonia, y han de
servirle...
“Entonces dijo el profeta Jeremías a Hananías profeta; Ahora
oye, Hananías; Jehová no te envió, y tú has hecho confiar a este
pueblo en mentira. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo
te envío de sobre la haz de la tierra morirás en este año, porque
hablaste rebelión contra Jehová. Y en el mismo año murió Hananías
en el mes séptimo.”
Vers. 13-17
.
El falso profeta había fortalecido la incredulidad del pueblo en
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lo que respectaba a Jeremías y su mensaje. Impíamente se había
declarado mensajero del Señor y había muerto en consecuencia.
En el quinto mes del año fué cuando Jeremías profetizó la muerte
de Hananías, y en el mes séptimo el cumplimiento de sus palabras
demostró la veracidad de ellas.
La agitación causada por las declaraciones de los falsos pro-
fetas había hecho a Sedequías sospechoso de traición, y sólo una
acción presta y decisiva podía permitirle seguir reinando como va-
sallo. Aprovechó la oportunidad de ejecutar una acción tal poco
después que regresaron los embajadores de Jerusalén a las naciones
circundantes, pues entonces el rey de Judá acompañó a Seraías, “el
principal camarero” (
Jeremías 51:59
), en una misión importante a
Babilonia. Durante esta visita a la corte caldea, Sedequías renovó su
juramento de fidelidad a Nabucodonosor.
Mediante Daniel y otros cautivos hebreos, el monarca babilónico
había llegado a conocer el poder y la autoridad suprema del Dios
verdadero; y cuando Sedequías volvió a prometer solemnemente
que le permanecería leal, Nabucodonosor le pidió que jurase esta
promesa en nombre del Señor Jehová Dios de Israel. Si Sedequías
hubiese respetado esta renovación de su pacto jurado, su lealtad
habría ejercido una influencia profunda en el espíritu de muchos de
los que observaban la conducta de quienes aseveraban reverenciar el
nombre del Dios de los hebreos y apreciar su honor.
Pero el rey de Judá perdió de vista su alto privilegio de honrar el
nombre del Dios viviente. Acerca de Sedequías ha quedado escrito:
“Hizo lo malo en ojos de Jehová su Dios, y no se humilló delante
de Jeremías profeta, que le hablaba de parte de Jehová. Rebelóse
asimismo contra Nabucodonosor, al cual había jurado por Dios; y