Página 311 - Profetas y Reyes (1957)

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Luz a través de las tinieblas
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Humillados ante las naciones, los que una vez habían sido re-
conocidos como más favorecidos del Cielo que todos los demás
pueblos de la tierra iban a aprender en el destierro la lección de
obediencia tan necesaria para su felicidad futura. Mientras no apren-
diesen dicha lección, Dios no podía hacer por ellos todo lo que
deseaba hacer. “Te castigaré con juicio, y no te talaré del todo” (
Jere-
mías 30:11
), declaró al explicar el propósito que tenía al castigarlos
para su bien espiritual. Sin embargo, los que habían sido objeto de
su tierno amor no quedaron desechados para siempre; y delante de
todas las naciones de la tierra iba a demostrar su plan para sacar
victoria de la derrota aparente, su plan de salvar más bien que de
destruir. Al profeta fué dado el mensaje:
“El que esparció a Israel lo juntará y guardará, como pastor
a su ganado. Porque Jehová redimió a Jacob, redimiólo de mano
del más fuerte que él. Y vendrán, y harán alabanzas en lo alto de
Sión, y correrán al bien de Jehová, al pan, y al vino, y al aceite, y
al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto
de riego, ni nunca más tendrán dolor... Y su lloro tornaré en gozo,
y los consolaré, y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote
embriagaré de grosura, y será mi pueblo saciado de mi bien, dice
Jehová...
“Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán
esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo con-
vertiré su cautiverio: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh
monte santo. Y morarán allí Judá, y también en todas sus ciudades
labradores, y los que van con rebaño. Porque habré embriagado el
alma cansada, y henchido toda alma entristecida...
“He aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto
con la casa de Jacob y con la casa de Judá: no como el pacto que
hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra
de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un
marido para ellos, dice Jehová: mas éste es el pacto que haré con
la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley
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en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová:
porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el