Página 351 - Profetas y Reyes (1957)

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El vigía invisible
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nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y
hambres, y terremotos por los lugares.”
Mateo 24:6, 7
.
El momento actual es de interés abrumador para todos los que
viven. Los gobernantes y los estadistas, los hombres que ocupan
puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres pensadores
de todas las clases, tienen la atención fija en los acontecimientos
que se producen en derredor nuestro. Observan las relaciones que
existen entre las naciones. Observan la intensidad que se apodera de
todo elemento terrenal, y reconocen que algo grande y decisivo está
por acontecer, que el mundo se encuentra en víspera de una crisis
estupenda.
La Biblia, y tan sólo la Biblia, presenta una visión correcta de
estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la
historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se anuncian, y
cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los
corazones de los hombres.
“He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su
haz, y hace esparcir sus moradores: ... porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno. Por esta causa
la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados.”
Isaías 24:1-6
.
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“¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como
destrucción por el Todopoderoso... El grano se pudrió debajo de sus
terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruídos;
porque se secó el trigo. ¡Cuánto gimieron las bestias! ¡cuán turbados
anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos!
también fueron asolados los rebaños de las ovejas.” “Secóse la vid,
y pereció la higuera, el granado también, la palma, y el manzano;
secáronse todos los árboles del campo; por lo cual se secó el gozo
de los hijos de los hombres.”
Joel 1:15-18, 12
.
“Me duelen las telas de mi corazón: ... no callaré; porque voz
de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra. Quebranta-
miento sobre quebrantamiento es llamado; porque toda la tierra es
destruida.”
Jeremías 4:19, 20
.
“¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro seme-
jante a él: tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado.”
Jeremías 30:7
.