La venida del libertador
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en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni
argüirá por lo que oyeren sus oídos; sino que juzgará con justicia
a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y
herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios
matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad
ceñidor de sus riñones. ... Y acontecerá en aquel tiempo que la raíz
de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada
de las gentes; y su holganza será gloria.”
Isaías 11:2-5, 10
.
[513]
“He aquí el Varón cuyo nombre es Pimpollo, ... edificará el
templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su
trono, y será sacerdote en su solio.”
Zacarías 6:12, 13
.
Iba a abrirse un manantial para limpiar “el pecado y la inmundi-
cia” (
Zacarías 13:1
); los hijos de los hombres iban a oír la bienaven-
turada invitación:
“A todos los sedientos: Venid a las aguas;
y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed.
Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.
“¿Por qué gastáis el dinero no en pan,
y vuestro trabajo no en hartura?
Oídme atentamente, y comed del bien,
y deleitaráse vuestra alma con grosura.
“Inclinad vuestros oídos, y venid a mí;
oíd, y vivirá vuestra alma;
y haré con vosotros pacto eterno,
las misericordias firmes a David.”
Isaías 55:1-3
.
A Israel fué hecha la promesa: “He aquí, que yo lo dí por testigo
a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás
a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán
a ti; por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha
honrado.”
Vers. 4, 5
.
“Haré que se acerque mi justicia, no se alejará: y mi salud no
se detendrá. Y pondré salud en Sión, y mi gloria en Israel.”
Isaías
46:13
.
Con sus palabras y sus acciones, durante su ministerio terrenal,
el Mesías iba a revelar a la humanidad la gloria de Dios el Padre.