La división del reino
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Roboam había recibido de su madre amonita la estampa de un
carácter vacilante. Hubo veces cuando procuró servir a Dios, y se le
otorgó cierta medida de prosperidad; pero no era firme, y al fin cedió
a las influencias del mal que le habían rodeado desde la infancia. Los
errores que cometió Roboam en su vida y su apostasía final revelan
el resultado funesto que tuvo la unión de Salomón con mujeres
idólatras.
Las tribus habían sufrido durante mucho tiempo graves perjuicios
bajo las medidas opresivas de su gobernante anterior. El despilfarro
cometido por Salomón durante su apostasía le había inducido a
imponer al pueblo contribuciones gravosas y a exigirle muchos
servicios. Antes de coronar a un nuevo gobernante, los dirigentes
de las tribus resolvieron averiguar si el hijo de Salomón tenía o no
el propósito de aliviar esas cargas. “Vino pues Jeroboam, y todo
Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: Tu padre agravó nuestro
yugo: afloja tú, pues, ahora algo de la dura servidumbre, y del grave
yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.”
Deseando consultar a sus consejeros antes de delinear su conduc-
ta, Roboam contestó: “Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo
se fué.
“Entonces el rey Roboam tomó consejo con los viejos, que ha-
bían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y díjoles:
¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? Y ellos le
hablaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo,
y los agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán
perpetuamente.”
2 Crónicas 10:3-7
.
Desconforme, Roboam se volvió hacia los jóvenes con quienes
había estado asociado durante su juventud y les preguntó: “¿Cómo
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aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha
hablado, diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre
nosotros?”
1 Reyes 12:9
. Los jóvenes le aconsejaron que tratara
severamente a los súbditos de su reino, y les hiciera comprender
claramente desde el mismo principio que no estaba dispuesto a
tolerar oposición alguna a sus deseos personales.
Halagado por la perspectiva de ejercer una autoridad suprema,
Roboam decidió pasar por alto el consejo de los ancianos de su
reino, y seguir el de los jóvenes. Así aconteció que el día señalado,
cuando “vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam” para que les